¿Qué es la Historia?

"La Historia cuenta lo que sucedió, la Poesía lo que debía suceder"

Aristóteles (384-322 a.C.)

miércoles, 8 de febrero de 2012

La onubense Luisa de Guzmán, reina de Portugal

El día 13 de Octubre del año 1613 nació en Huelva doña Luisa María Francisca de Guzmán, de origen noble, y siendo una joven que, por su propia ambición y poder, llegaría a ocupar el trono portugués.

Sus padres, que pertenecían a la Casa Ducal de Medina Sidonia, fueron don Alonso Manuel Pérez de Guzmán y doña Juana de Sandoval, quienes también ostentaron el título de Condes de Niebla y Señores de Huelva. A pesar de tener varios hijos, dos de ellos conseguirían forjarse un renombre en la Historia onubense y española, Luisa de Guzmán y Gaspar Alonso de Guzmán; la primera por llegar a ser Reina de Portugal y el segundo por ser acusado de conspiración contra la monarquía de Felipe IV.

Asimismo, atendiendo a las crónicas, no cabe duda del nacimiento y bautismo en suelo onubense de quien sería, pasados los años, futura Reina de Portugal en base al siguiente documento: “En la Villa de Huelva jueves veinte y cuatro días del mes de octubre año de nuestro Salvador Jesu Cristo de mil y seiscientos y trece años yo el licenciado Diego Muñiz de León visitador General del Arzobispado de Sevilla baptizé a Doña Luisa Francisca, hija del señor don Alonso de Guzmán el bueno y de la señora Doña Juana de Sandoval condes de niebla...”

Transcurridos los años, un acontecimiento de gran importancia acaecería en la vida de la noble onubense, su casamiento con Joao IV de Portugal, ideado por el Conde-Duque de Olivares, a fin de mantener ligado el territorio portugués a la Corona española por vía de casamiento y heredad. Igualmente, fruto de esta unión conyugal entre la onubense y el monarca luso, nacieron ocho hijos, siendo pues, Luisa Francisca, reina y madre de reyes de Portugal. De tal modo, nacerían el Infante Teodosio de Portugal, la Infanta Ana de Braganza, la Infanta Juana de Braganza, la Infanta Catalina de Braganza (quien además sería Reina consorte de Inglaterra y Escocia al haberse casado en 1662 con Carlos II de Inglaterra), el Infante Manuel de Braganza, el Infante Alfonso VI de Portugal, la Infanta María de Braganza y el Infante Pedro II de Portugal.



Dª Luisa Francisca de Guzmán. Fuente: www.wikipedia.org

Así las cosas, la historiografía se hace eco de un hecho que tendría como protagonistas a la onubense, su hermano, su esposo y el Marqués de Ayamonte, Francisco Antonio de Guzmán y Zúñiga, en tanto en cuanto todos ellos fueron protagonistas de una conjura secesionista, surgida para independizar Portugal de España. Las circunstancias que posibilitaron esta conspiración fueron de diversa índole, siendo la más destacada la precariedad del patrimonio de la Casa de Medina Sidonia en torno al año 1636, cuando Gaspar Alonso de Guzmán, hermano de Luisa Francisca, accedió a la titularidad del Ducado y ejerce una política económica no excesivamente equilibrada, dilapidando muchos de sus numerosos recursos económicos. Por ello, pensó que abrazar la causa independentista portuguesa pudiera favorecer mayores privilegios y riquezas dentro de la Corona de Portugal, so pena de entrar en conflicto armado con España.
Asimismo, el duque Gaspar Alonso tenía potestad militar en un amplio territorio, desde la desembocadura del río Guadiana hasta Gibraltar y, por ello mismo, tuvo que combatir junto con el duque de Braganza, esposo de Luisa Francisca, la rebelión iniciada en el Algarbe en el año 1637.

En torno a 1640 la situación era del todo gravosa para Andalucía, pues estaba sometida a onerosos y constantes impuestos, a la vez que tuvo que hacer frente también a un encarecimiento de los precios que afectaron en un gran modo a todas las clases sociales; por todo ello, surgieron fuertes tensiones sociales en gran parte del territorio andaluz fruto del descontento generalizado ante tal situación impositiva. Así las cosas, ese año se produjo una gran rebelión contra España desde Portugal (que aun era territorio español) a fin de ser independizado definitivamente. Dicha revuelta estuvo liderada por el Marqués de Ayamonte, el máximo instigador, y ejecutada por el duque de Braganza (erigido ya en el Rey Joao IV de Portugal) y por el duque de Medina Sidonia, hermano, como sabemos, de la onubense Luisa de Guzmán, quien, desde la proclamación regia de su marido, fue reina consorte de Portugal.

En este sentido, queda clara la connivencia del hermano de la Reina de Portugal cuando le fue ordenado acabar con la sublevación lusa, manifestada en que al ser nombrado el duque Capitán General del Ejército que debería enfrentarse a los rebeldes portugueses desde Andalucía, hizo gala de una gran desidia a la hora de concentrar el grueso de las tropas (y que deberían haber sido unos 10.000 hombres), reagrupando sólo a unos 300 soldados para reforzar la frontera. También, llegaron rumores a la Corte española de la actitud sospechosa del duque, en tanto en cuanto afirmaban su predisposición a la conspiración y sublevación general de Andalucía contra el Rey, un plan perfectamente organizado que contaría incluso con el apoyo naval de Francia y Holanda.

Por ello, desde Madrid se solicitó de forma urgente la presencia del duque don Gaspar Alonso así como también del Marqués de Ayamonte, a fin de que dieran las pertinentes explicaciones sobre su actitud dubitativa a la hora de cumplir las órdenes del Rey. Así, el duque no acudió al encuentro alegando problemas de salud, en espera de la inminente llegada de una flota combinada franco-holandesa que debía ser el apoyo necesario para el éxito de la revuelta.

No obstante, y ante la negativa del resto de nobles destacados a apoyar su causa decidió finalmente encontrarse con el Conde-Duque de Olivares, quien le acusó de conspiración contra el Rey, acusación que no pudo refutar el duque de Medina Sidonia, añadiendo un protagonista principal a la trama, el Marqués de Ayamonte, como máximo instigador de la conjura. De tal forma, la investigación hizo que éste noble fuera conducido preso a Madrid y, tras demostrarse su culpabilidad, fue ajusticiado en el Alcázar de Segovia. Por otro lado, el Rey Felipe IV perdonaría al duque, aunque desterrándolo de la Corte, y sin poder regresar a tierras andaluzas. También, le fue sustraído el señorío de Sanlúcar de Barrameda, que pasó a propiedad real y fue sancionado, asimismo, con una multa de doscientos mil ducados.

Llegado este punto, cabe preguntarnos en qué posición quedó Luisa de Guzmán tras conocerse la conjura contra el Rey. La respuesta es muy simple: excelente. Desde su casamiento con el Rey portugués, la onubense dio muestras de gran ambición política, reorientando los intereses portugueses hacia donde ella creía conveniente, en base a la gran persuasión que siempre ejerció sobre su esposo y quienes le rodeaban. De hecho, tras la muerte del Rey Joao IV, fue ella quien tomaría las riendas del reino desde 1656 hasta 1662, esto es, hasta que su hijo alcanzó la edad establecida para poder reinar. Igualmente, destacó durante su período de regencia algunas victorias portuguesas contra la Corona española, en especial la Batalla de las Líneas de Elvas, en el 1658, Ameixial, en el 1663 y Montes Claros, en el año 1665, victorias que coadyuvarían a la independencia definitiva de Portugal respecto a España en el año 1668.









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