Entre
los días 13 y 15 de febrero del año 1894 tuvieron lugar, en los
Juzgados de Paz de Liverpool, tanto el proceso como la investigación
formal realizados a fin de aclarar los hechos y analizar las
negligencias de la tripulación, si hubieren existido, que causaron
el hundimiento del buque inglés SS Volo en la barra de Huelva
el día 5 de enero de ese mismo año.
Al
frente de la investigación y desarrollo del proceso se hallaba el
juez W. J. Stewart, quien estuvo asistido por los capitanes Kennet
Hore y E. M. Hughes; siendo ellos los que habrían de deliberar
técnicamente en qué circunstancias concretas se produjo el
hundimiento del barco británico en la ría onubense, contratado por
la The Rio Tinto Company Limited para el transporte del
mineral hacia Inglaterra.
El
SS Volo, cuyo número oficial era el 84.053, fue un navío a
vapor británico con sede en el puerto de Liverpool. Se construyó en
hierro en el año 1880 por la Messrs. R. Duncan & Co., una
destacada constructora naval asentada en la localidad de Port Glasgow
(Inverclyde, Escocia); y poseía unas dimensiones totales de 250´4
pies de longitud, otros 33´35 de ancho y 16´55 de profundidad. Cabe
añadir que estaba equipado con dos potentes
motores compuestos por cilindros invertidos de acción directa, que
ejercían una fuerza combinada total de unos 170 caballos.
El
propietario del navío fue el Sr. George Page, quien residía en el
número 28 de la calle Chapel, en Liverpool y, como comandante del
navío desde 1886, figuraba el Sr. W. D. Jenkins, poseedor del
certificado oficial de competencia como piloto con número 4.439. El
5 de enero de 1894, el capitán Jenkins y su tripulación, formada
por 19 hombres, abandonaron Huelva con destino al estuario del río
Mersey (Inglaterra), con un cargamento de 1.620 toneladas de mineral
de cobre y otras 90 de carbón. Asimismo, su calado al dejar el
muelle, era de unos 17 pies y 10 pulgadas delante y otros 18 pies y 1
pulgadas atrás.
El puerto de Liverpool a finales del siglo XIX, lugar de atraque habitual del SS Volo. Fuente: www.cumberlandscarrow.com
El Volo
abandonó el muelle de la compañía británica a las 11:30 horas a
cargo de un piloto español, como establecía el reglamento portuario
y, a este respecto, durante el juicio, el capitán inglés alegó que
la obligación del práctico onubense era la de llevar el buque a lo
largo de la barra onubense; pero en su derrota ría abajo, Jenkins
percibió que el barco del piloto estaba ya esperándole anclado a la
altura de La Cascajera,
a unas siete millas hacia el interior de la barra y, sin esperar a
cumplir con sus obligaciones, el piloto abandonó al SS
Volo a mitad de camino, dejando que el
capitán pilotara la embarcación por la barra a través de lo que
es, de hecho, la parte más complicada de la navegación.
Asimismo, otro
buque, el Goldcliffe,
que estaba por delante del Volo,
se vio igualmente obligado a despedir a su piloto antes de que se
completaran todos los deberes que estaba encargado de cumplir y, a
partir de todas las pruebas presentadas en el juicio, resultó
evidente que tal incumplimiento de la obligación de los prácticos
onubenses de acompañar a los buques hasta la salida al mar “...solía
ser muy habitual por parte de los pilotos en estas aguas”.
Si bien los británicos excusaron del hundimiento del Volo
por este proceder de los prácticos, se demostró asimismo que ese
día sopló una fuerte brisa desde el SO que alteraría la quietud de
las aguas de la ría onubense, pero sin modificarse sustancialmente
el clima en los primeros momentos.
El buque procedió
ría abajo y, al acercarse a la boya de la barra, el capitán viró
el timón con el fin de navegar por un lugar más ancho. En efecto,
esta maniobra fue adoptada para evitar el banco de lodo sito al Oeste
de la barra onubense que, por aquél tiempo, se había extendido más
allá de los límites indicados a los buques de carga como precaución
en su navegación. Este último giro del timón llevó al SS Volo
hacia el Este de la ría y, aparentemente, en aguas menos profundas de
lo que el capitán Jenkins esperaba.
El edificio que albergaba la Magistrate´s Court de Liverpool, donde tuvo lugar el juicio por el hundimiento del navío SS Volo en Huelva en 1894. Fuente: www.dailymail.com
Así,
aproximadamente a las 13.25 horas, el buque chocó repentinamente con
algo. El golpe se sintió en la parte de proa y a estribor. En ese
mismo momento, el capitán atribuyó este impacto al oleaje, que
había aumentado de forma considerable y, observando que el
Goldcliffe, que
estaba delante de él, se encontraba sometido por un fuerte oleaje
mientras también cruzaba la barra, consideró más prudente volver a
puerto, ordenando para ello girar el timón.
Sin
embargo, el impacto hizo que se levantara el casco del Volo,
y mientras aun respondía el timón, los motores disminuyeron la
velocidad, y el ingeniero a bordo informó que las tuberías de
inyección se estaban llenando de arena. La cabeza del buque se
acercaba por el temporal a una posición SW cuando los motores se
detuvieron y, al volverse, el buque golpeó de nuevo con algún
obstáculo a babor. En esta situación de imposibilidad de continuar
con la navegación, el capitán ordenó que se soltara el ancla, pero
pronto se hizo evidente que el buque estaba ya completamente varado.
También parecía estar hundiéndose por su parte delantera y, al
abrir las escotillas de la proa, se descubrió que estaba haciendo
agua rápidamente.
El capitán
constató que era imposible hacer funcionar los motores y, por tanto,
el barco permaneció inmóvil en el lugar del impacto. Asimismo, la
tripulación permaneció junto al buque durante ese día, durante el
cual el viento aumentó, acaeciendo una gran tormenta, al tiempo que
el fuerte oleaje de la ría rompía sobre la embarcación. Las
continuas revisiones del navío, efectuadas poco después del primer
impacto, encontraron que ya existía una gran cantidad de agua
inundando el barco, por lo que a pesar de realizarse todos los
esfuerzos posibles para tratar de salvar la embarcación y la carga,
la operación no tuvo éxito y el SS
Volo se convirtió en una pérdida
total.
Muelle embarcadero de la The Rio Tinto Company Limited, donde el SS Volo cargó mineral antes de su hundimiento. Fuente: www.juntadeandalucia.es
Días más tarde
del hundimiento, el 14 de enero, el buzo que había sido encomendado
inspeccionar el buque sumergido, informó que encontró varios
agujeros en el casco e igualmente, debajo de la sala de máquinas, y
a babor del buque, también halló un gran trozo de placa metálica
sobresaliendo y tirada en el suelo, que pareciera haber sido
incrustada tras un gran impacto.
Por otro lado, y a
tenor de todas estas informaciones, el Sr. Paxton, en representación
de la Junta de Comercio de Liverpool, presentó las siguientes
preguntas para su consideración y opinión por parte del Tribunal:
“¿Estaba justificado la acción del
capitán al intentar cruzar la barra sin la asistencia de un piloto,
teniendo en cuenta el peligroso estado del clima? ¿Estaba
justificado que intentara cruzar la barra antes de que todas las
escotillas estuvieran adecuadamente cerradas teniendo en cuenta el
clima y el mar? ¿El capitán se mantuvo en todo momento
correctamente dentro de los límites navegables del canal? ¿Cuál
fue la causa exacta de este naufragio y la consiguiente pérdida de
toda la carga transportada? ¿Estaba el capitán incumpliendo
cualquiera de los aspectos anteriores?”
Con
todas estas informaciones, el tribunal llegó a la conclusión de que
el hundimiento fue causado por el choque de la embarcación con
algunos restos que se hallaban incrustados en el fondo de la ría, en
su lado Este, que perforó su costado de estribor y permitió la
entrada de agua en el casco. Todo esto, unido al hecho de que, debido
probablemente a la poca profundidad del agua y al oleaje, la arena
obstruyó las tuberías de inyección, lo que provocó la detención
de los motores e hizo que el SS Volo
fuera inmanejable, imposibilitando por tanto, la posibilidad de
cualquier intento de salvarlo.
Grabado de un juicio en Reino Unido a mediados del siglo XIX. Fuente: www.findmypast.co.uk
Igualmente, el juez y sus dos asesores
determinaron que “...teniendo en
cuenta que era práctica de los pilotos de Huelva dejar los buques de
vapor de los que están a cargo dentro de la ría onubense si su
propio buque está anclado adentro, no se puede decir que el capitán
no estaba justificado al intentar continuar su viaje”.
Del mismo modo, también consideraron que el capitán del Volo
cometió un error de juicio al mantener su derrota demasiado hacia el
Este de la barra onubense mientras la navegaba, pero no atribuyeron
el hundimiento a ningún incumplimiento o negligencia profesional por
su parte.
El
hundimiento del SS
Volo supuso un gran
perjuicio para el tráfico de la ría onubense, pues su estructura
obstruía gravemente la navegación al resto de buques por sus aguas.
Así, y con carácter de urgencia, el Ministerio de Fomento autorizó
a la Junta de Obras del
puerto de Huelva que procediera de manera
inmediata a la retirada del pecio, contando para ello con un
presupuesto de 113,539 pesetas, al tiempo que también adquiriera,
mediante la realización de un concurso público, el material y los
recursos necesarios para efectuar la retirada de los restos del navío
británico.
BIBLIOGRAFÍA:
-Diario
El Siglo Futuro.
-The
Merchant Shiping Acts (1854-1887).
Muy buen post, enhorabuena.
ResponderEliminarUna pregunta, cuando fue retirado el barco de la ría?
Muchas gracias por el comentario. El pecio fue retirado, según cuentan las crónicas periodísticas, en los primeros meses del año 1895. Un cordial saludo.
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