¿Qué es la Historia?

"La Historia cuenta lo que sucedió, la Poesía lo que debía suceder"

Aristóteles (384-322 a.C.)

domingo, 16 de mayo de 2021

El combate de Huelva de octubre de 1810

           Concluidas las primeras fases de la invasión francesa en la provincia de Huelva en el año 1810, que consistió no tanto en controlar militarmente las poblaciones como en efectuar acciones de saqueo en las mismas, el ejército invasor galo decidió establecer su cuartel general en Niebla, lugar estratégico que ofrecía a las tropas imperiales una espléndida defensa por las murallas medievales y, asimismo, por ser un núcleo con unas magníficas comunicaciones hacia las zonas del Condado, el Andévalo, Sevilla y, muy especialmente, para realizar incursiones cuando fuesen necesarias hacia el margen izquierdo del río Tinto; que estarían lideradas por Próspero Luis (1785-1861), duque de Arenberg, quien estaba al mando del “27 Regimiento de Cazadores” hasta su relevo por el coronel Victor Urbain Remond (1779-1859) en los últimos meses de 1810.


De otro lado, y estando localizado el grueso del ejército español del mariscal de campo Francisco Copons y Navia (1764-1842) en el Andévalo occidental onubense, la propia ciudad de Huelva, en los momentos iniciales de la Guerra de Independencia, fue un lugar donde las tropas españolas pudieron actuar con cierta libertad, ya que su localización estratégica la convirtió en una suerte de frontera entre ambos ejércitos contendientes, estando dicha ciudad bajo la influencia de franceses o españoles de manera alterna según cómo acontecieran las incursiones o desembarcos victoriosos de uno u otro bando.


No obstante, sucesivas victorias galas en Huelva harían permanecer a la ciudad bajo el poder e influencia imperial durante varios meses del año 1810, aumentando así el número de ciudadanos onubenses afrancesados, conscientes de la preeminencia francesa en la urbe y con la creencia cada vez más extendida entre la población de una total incapacidad militar española que pudiera revertir la situación de dominio galo sobre la ciudad y los pueblos circundantes.
 
 
Grabado de tropas españolas desembarcadas en Huelva en 1810. Fuente: Historia de la Guerra de la Independencia. Príncipe, M. (1847).
 

Así, y fruto de lo voluble que eran las conquistas y la posesión de las villas y ciudades en este área concreto onubense por parte de uno y otro bando, se adoptó como modo de hacer la guerra la erección de «fortificaciones de campaña», consistentes en proteger una posición por un tiempo determinado a fin de ofrecer a las tropas una cierta seguridad frente al enemigo en espera de recibir refuerzos, resistir hasta el final o conseguir así mas tiempo para abandonarla tras efectuar una retirada.

Precisamente, en este contexto de ataques y defensas continuados entre ambos ejércitos en suelo de Huelva a fin de tomar posiciones estratégicas al enemigo, el mariscal malagueño Copons refiere en su Diario de Operaciones los preparativos para fortificar una posición concreta el día 6 de octubre de 1810 que pudiera albergar tropas y favorecer la defensa de la ciudad: «En la tarde de este día se empezó la obra de una casa fuerte en Huelva, que el general había ordenado fortificar para situar en aquél punto un destacamento de 100 hombres con objeto de mantener en aquella villa la comunicación con Cádiz, y proteger aquel vecindario».

Debe aclararse aquí que las fuentes documentales no dicen el lugar exacto donde se situó este puesto defensivo de Huelva, ya que se refieren a esta posición en concreto bien como un edificio civil, bien como otro de índole religiosa, porque también hay documentos que mencionan al mismo como una ermita. En este último sentido, y entrando en un marco puramente especulativo a falta de documentación certera que lo corrobore, bien pudiera haberse tratado dicha posición defensiva del eremitorio de La Cinta, localizado en lo alto de un cabezo y claramente favorable para ejercer una defensa de la ciudad; aunque, debe reiterarse, las fuentes no aportan la localización exacta del fuerte y por tanto se desconoce aun cuál fue su localización exacta.

Sea como fuere, y una vez concluida la inserción de importantes elementos defensivos en el puesto español, aparecen noticias el día 9 de octubre acerca de la guarnición que habría de defenderlo: «Un destacamento de 100 hombres del regimiento de Guadix pasó a Huelva a ocupar la casa fuerte que se había fortificado en aquella villa».

 

El mariscal de campo Copons y Navia, oficial al mando de las tropas españolas en Huelva en 1810. Fuente: www.wikimedia.org

 

Tras conocer los franceses la venida de un nuevo destacamento español y hacerse fuerte en dicho edificio, no tardarían en iniciarse las hostilidades y, en efecto, solo cuatro días mas tarde, el 13 de octubre de 1810, tuvo lugar el asedio galo de la posición fortificada del ejército español en Huelva. El propio mariscal Copons así lo refiere en su Diario: «Los enemigos con quatro piezas de artillería y 700 a 800 hombres entre caballería e infantería atacaron la casa fuerte de Huelva, y después de una obstinada resistencia de cinco horas, teniendo brecha abierta, tuvo que retirarse y embarcarse la tropa que la guarnecía, con alguna pérdida de una parte y otra».

No obstante, la Gazeta de la Regencia de España e Indias aporta una mayor información sobre el combate librado en esa posición defensiva onubense toda vez que reprodujo la carta remitida por Copons al ministro de Guerra acerca del desarrollo del ataque: «El destacamento de 100 hombres que tenía en la villa de Huelva alojados en una casa con algunas defensas que de mi orden hizo el quartelmaestre, fue atacado a las 5 de la mañana de ayer por 600 hombres entre infantería y caballería y 4 piezas, que situadas batían el edificio. No siendo posible al comandante, el teniente coronel de Guadix D. Pedro de Reyes, después de 5 horas sostener mas la defensa, porque al edificio le habían abierto brecha, se embarcó baxo la protección de las fuerzas sutiles con alguna corta pérdida, siendo la del enemigo tan considerable que me asegura no baxa de 200 hombres».

De igual forma, y tras la retirada española, el mariscal Copons ordenó asimismo un contraataque inmediato a las tropas francesas que tuvo lugar en las inmediaciones de la población onubense: «El comandante de mi vanguardia el coronel D. Pedro Medrano, conforme a mis instrucciones, así que le indicó el ataque el fuego de cañón, se dirigió a flanquear al enemigo por su derecha o espalda; pero al llegar a Gibraleón, el enemigo se hallaba en aquel pueblo en número de 80 caballos y progresivamente se iba reforzando con caballería e infantería; intentó pasar la Zua, pero fue rechazado por las guerrillas de Medrano, y sostuvieron el paso por mas de 3 horas; pero viendo este gefe que el enemigo aumentaba sus fuerzas, se retiró de aquel punto y tomó otra posición en donde lo aguardó, y cargando a la caballería enemiga la hizo repasar la Zua con bastante pérdida».

La contraofensiva española de ese día debía concluir con la persecución final de los franceses en Gibraleón con un cuerpo de caballería al mando de Manuel Sisternes, pero la subida del nivel del agua del río Odiel impidió ejecutar esta orden de Copons, por lo que las tropas del ejército imperial francés pudieron retirarse a sus posiciones. De tal forma, fue notorio el reconocimiento que hicieron los mandos españoles a ese destacamento de Guadix que defendió Huelva el 13 de octubre de 1810 frente al invasor francés, y así lo refiere el propio mariscal:

«Medrano me recomienda la bizarría y serenidad de oficiales y tropa, como también Reyes, haciéndolo particularmente del capitán del regimiento de Guadix, D. José de la Peña que salió herido, y también de que por el acertado fuego de las lanchas se le desmontó al enemigo un cañón».

 

El duque de Arenberg, oficial al mando de las tropas francesas en Huelva hasta finales del año 1810. Fuente: www.wikimedia.org

 

Igualmente, no acabarían ahí los reconocimientos a las tropas hispanas de Huelva aquella jornada, pues también fue recogida, a modo de hazaña, en el Diario Mercantil de Cádiz del 21 de octubre de 1810 una proclama efectuada por el brigadier del Regimiento de infantería de Guadix Carlos Carabantes, que fue dirigida a sus soldados por la defensa que hicieron en la ermita de Huelva (así aparece citada literalmente) el día 13:

«Soldados: Nuestros valientes hermanos y gefes llegan oi a nuestros brazos cubiertos de gloria. En Huelva han dado una prueba de su entusiasmo, de su valor y del desprecio con que miran la vida en toda acción de guerra; siempre este regimiento que tengo la honra de mandar, ha conservado en sus armas el honor militar; y no dudo que todos vosotros sabréis imitar a estos campeones, que aunque pocos y en número de noventa y cinco han resistido cinco horas de fuego obstinado, que 800 enemigos de todas armas les hacían con artillería. De este modo se cumple con nuestro deber y con nuestra madre a patria, que ha puesto estas banderas a nuestro cuidado».

Esta acción, en fin, fue una más de las numerosas que tuvieron lugar en territorio onubense durante la Guerra de la Independencia durante los años en que dicha contienda perduró y, si bien pudiera parecer en comparación con otras batallas napoleónicas de la época que su resultado no fue decisivo por el escaso número de fuerzas en combate, sí se trató en cambio de un hecho de armas local muy destacado para hacer cambiar la mentalidad predominante hasta entonces en la ciudad, la cual vio cómo las tropas españolas fueron capaces de mantener una férrea resistencia contra el invasor galo y abrir una puerta a la esperanza de revertir la situación de sometimiento a las fuerzas imperiales.



Bibliografía:

-Copons y Navia, F. Diario de las Operaciones de la División del Condado de Niebla. Faro, s.d.

-Diario Mercantil de Cádiz (21/10/1810).

-Gazeta de la Regencia de España e Indias (6/11/1810).

-Mira Toscano, A., Villegas Martín, J. “El estuario del Tinto-Odiel y la isla de Saltés, escenario bélico en el primer cuarto del siglo XIX”, en Campos Carrasco, J.M. (Dir.) El patrimonio histórico y cultural en el paraje natural Marismas del Odiel. UHU Publicaciones, Huelva, 2016.

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