Una figura destacada de la Guerra de
Independencia en Huelva fue Luis de Villemur y de Bize Noyers y Berbrizier,
conde de Penne-Villemur, quien nació en Montagut (Francia) el 1 de agosto de
1761 y murió en Estella (Navarra) en 1847.
Comenzó su carrera militar como cadete en el
regimiento de Flandes en 1778, pero un año más tarde, en 1779, se licenció y
decidió servir a los intereses de Francia y, posteriormente a Austria, convirtiéndose
en Gentilhombre del emperador.
El conde de Penne-Villemur. Fuente: www.todocoleccion.net
Regresaría a España en 1809, en plena apoteosis
bélica contra el invasor francés, ostentando el rango de coronel de Caballería,
aunque en 1810 obtendría el de brigadier y, en 1811, el de mariscal de campo
por los méritos obtenidos en su participación en la renombrada batalla de La Albuera,
acontecida el 16 de mayo de 1811.
Precisamente, justo un año después de esa
decisiva batalla, se produjeron diversas acciones bélicas en territorio
onubense, como interés geoestratégico fundamental para la dominación del
suroeste peninsular por uno y otro bando. Así, y según la correspondencia
mantenida por el militar español, que lideraba el 4º Ejército, y el Estado
Mayor General, tenemos informaciones valiosas acerca de los movimientos de
tropas y la estrategia mantenida para la defensa, en especial, del Condado y
Andévalo onubense.
El mariscal Soult, General en Jefe de los Ejércitos franceses en Andalucía.
Fuente: www.royalgreenjackets.blogspot.es
En efecto, de gran importancia fue, primero, el
control y defensa de las principales villas del Condado para los intereses del
Ejército español, a fin de obtener vías de acceso seguras para acceder a
posteriori más al norte del territorio onubense y parte de la actual provincia
de Sevilla. Ello se constata en la lectura de las propias palabras de Villemur:
“…El día 30, del pasado, hice marchar el grueso de mi caballería a Palma,
de donde saldría un destacamento a Bollullos y los Tiradores a Manzanilla. A su
llegada a este pueblo encontraron una patrulla de cuatro juramentados: uno de
ellos se escapó, dos fueron hechos prisioneros, y otro muerto y colgado de un
árbol.
Este movimiento rápido desconcertó al enemigo. Se me dio parte de
reunión de 800 a 1000 caballos en S. Lucar la Maior, el mismo día que el
mariscal Soult pasaba revista a su tropa, que después ha marchado hacia
Carmona. Por esta razón hice un movimiento sobre Valverde, con intención de
atacar al enemigo sobre su flanco o retaguardia, si se dirigía a Castillejos
como siempre lo había hecho. Estas luego que supe que la dirección que había
tomado era la de Carmona, en el día 2, destaqué la columna de Infantería
mandada por el brigadier Morillo sobre Zalamea la Rl, para que caiga el 4,
sobre Aziacollar con el designio de / amenazar el camino Rl. de Sevilla a
Monasterio y Cantillana; al mismo tiempo que con la caballería ocupaba las
antiguas posiciones de Palma, a fin de poder hacer mi reunión con el grueso de
la Infantería y marchar a S. Lúcar la Maior a donde debo entrar de todos modos
para aguardar la respuesta del Excmo. Sr. Ballesteros. Me han dado parte de que
el núm. 4 de Dragones que ocupaba este punto ha salido”.
El brigadier Pablo Morillo (1775-1837), quien estuvo al mando de un destacamento de Infantería durante las operaciones en Huelva. Fuente: www.hermitagemuseum.org
Igualmente, el 3 de abril de 1812,
afirma el militar español lo siguiente: “…Según
el parte de hoy los enemigos han evacuado positivamente a Sn. Lucar, y aun
dícese que saldrán hoy de Sevilla; todo esto prueba que no tienen intención de
atacarme; sin embargo, yo tengo mis observaciones hasta Aracena, y estoy
preparado para todo caso”.
No obstante, y a tenor de sus
escritos, se lamenta Villemur de dejar atrás la estratégica ciudad de Niebla
sin socorrerla, al tiempo que deja claras líneas de su pensamiento en lo
referente a la mejor manera de obrar en esta empresa bélica contra el invasor:
“...Debo participar a V. E. que el Comandante General de los Algarbes no
puede facilitarme las dos piezas de a 24, necesarias para batir las murallas de
Niebla, y como el interés del Servicio exige que deje esta Plaza atrás por
ahora; desearía que el Batallón de Voluntarios de Valencia con algún poca
caballería se acercase a ella, donde tienen una partida de 12 caballos, que
intercepten nuestra comunicación. Así mismo quitaron las raciones que venían de
los pueblos inmediatos. He dado ya la orden sobre esto al Brigadier Pusterla y
creo que V.E. tendrá a bien confirmarla.
Uniformidad del Regimiento de Voluntarios de Valencia. Fuente: www.aulamilitar.com
En un momento en que todas las tropas deben obrar, creo que no nos
debemos ocupar en perfectas organizaciones, requisiciones de efectos, ni
vestuario, a menos que esto se haga sin invertir el orden del Servicio. Sobre
este último artículo me veré en la precisión de mandar a manos de V.E. una representación de los vecinos de La
Palma. Yo pienso que, al reconquistar Provincias Españolas, no se debe imitar
la Dureza de los Enemigos; de otro modo siempre hablaremos a la bolsa y nunca
al corazón, sistema bien opuesto a la grandeza de Alma Española”.
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