La propia situación
geográfica de Huelva, muy próxima al Estrecho de Gibraltar, motivó
que en su territorio se desarrollasen diversas operaciones de
espionaje, ataque y sabotaje durante la II Guerra Mundial. Asimismo,
ello fue favorecido por el hecho de que España fuera un aliado
ideológico de Alemania durante la contienda y su connivencia con el
Führer germano Adolf Hitler se manifestara en multitud de
ocasiones dentro de nuestro territorio, a pesar de que Franco nunca
se sumara formalmente a la lucha contra los aliados tras fracasar sus
negociaciones en la reunión de Hendaya que ambos líderes llevaron a
cabo el 23 de octubre de 1940.
Una de estas múltiples
operaciones planificadas y llevadas a cabo en nuestra ciudad fue el
sabotaje de diversos buques mercantes aliados estacionados en el
puerto onubense, con el fin de inutilizarlos o hundirlos, con la
intención de dañar de la mayor forma posible el aprovisionamiento
marítimo comercial de materiales o recursos muy necesarios para el
mantenimiento de la lucha.
De tal forma, y según
consta en la documentación del Centro del Servicio de
Inteligencia Militar del Ejército de los Estados Unidos del año
1947, se produjeron varios ataques y sabotajes a contenedores de
gasolina y municiones de los aliados en el puerto de Huelva; pero,
como ya hemos dicho, y muy especialmente por la relevancia que ello
suponía, a buques mercantes italianos allí estacionados, una vez
que Italia firmó el armisticio con las potencias aliadas a finales
de 1943.
El cuerpo de la Abwehr,
la inteligencia militar alemana, encargado de estas
operaciones en territorio onubense fue el Ref II, una unidad
especial de sabotaje con mando en Madrid y dependiente de Berlin;
compuesta por diversos comandos operativos que actuaron en algunas
ciudades españolas al mando de Friedrich Hummel. El constatado éxito
de estas continuas operaciones no sólo en Huelva sino también en
ciudades como Cádiz, Cartagena, Barcelona y Vigo se debió en gran
medida al liderazgo de Fritz Hummel, nacido en Jena (Turingia) en el año
1910; y quien, tras su graduación secundaria, decide dejar los estudios universitarios iniciados por
la falta de dinero de su familia en 1930, empezando para trabajar
como marinero en la compañía marítima Heisz de Hamburgo
hasta 1933.
Ese mismo año decide afiliarse al partido nazi, el llamado Nationalsozialistische Deutsche
Arbeiter Partei (NSDAP) y a las milicias del partido, las
Sturmabteilung (SA).
En mayo de 1933 se une a la policía alemana y hasta 1937 permanece
en el cuerpo, graduándose como Kriminalkommissar en el
Polizei Institut. Una vez concluidas sus funciones como policía
durante varios años, es asignado al Abwehr Abt II Gruppe Ost,
en la Escuela de Sabotaje de Quentz, cerca de Brandenburgo; donde
concluirá su entrenamiento en noviembre de 1941.
El jefe del comando alemán Friedrich Hummel. Fuente: www.tracesofwar.com
Un mes después
comenzarían sus misiones en España, donde se le asignaría sabotear
buques aliados en varios puertos españoles y de Gibraltar, previa
autorización del ayudante del Estado Mayor del Ejército Bernd
Freytag-Loringhoven, destinado en Berlin. Estas acciones de sabotaje
consistieron en la infiltración de los comandos en los puertos y la
colocación de bombas con mecanismo de explosión retardada y cargas
magnéticas en el cargamento o estructura de los navíos, a fin de
que explotaran minutos después de su salida de puerto, con la
intención de que las autoridades pensasen que se había tratado de
un accidente y evitar así sospechas de que fuese un ataque enemigo.
El comando de Hummel que
actuó en Huelva estaba formado, aparte de él mismo, por otros ocho
hombres: Fritz W. Blaum (asistente de Hummel), Kampen (teniente) y
los cabos Joseph Waber, Paco Zimmermann, Hans Ritter, Paul Hoffmann,
Karl Memmel y Strauss. Así, y al poco tiempo de la rendición de
Italia, la Abwehr ordenó a Hummel atacar los buques italianos
atracados en Huelva y otras ciudades andaluzas, a fin de que no se
pusieran ahora al servicio de los aliados. De tal modo, Hoffman y
Waber fueron encomendados fijar una mina en el casco de un barco
mercante italiano que se hallaba en el puerto onubense, produciéndose
una gran explosión que dañó enormemente el navío en el momento de
su entrega a los británicos.
Hummel con los hombres que formaban su comando. Fuente: www.metapedia.com
Asimismo, y durante el
verano de 1943, Freytag-Loringhoven ordenó la preparación de
depósitos con materiales de sabotaje, para anticiparse a una posible
invasión de los Aliados en España. Dichos depósitos se conformaban
como cajas de unos treinta y cinco centímetros, en las que se
incluían mechas, explosivos y pequeñas minas magnéticas,
escondiéndose en diversas localizaciones de diversas ciudades
costeras del sur español, no conocida su ubicación salvo por
fotografías y croquis, para poder ser buscados en su lugar exacto y
utilizados por los espías alemanes que operaban en suelo español si
fuera necesario. Para el caso de Huelva, los alemanes depositaron
este material muy próximo al monumento a la Fe Descubridora, una
fábrica abandonada en la periferia del puerto y en las inmediaciones
de la carretera que unía Huelva con Niebla.
La estancia de Hummel,
alias Hartung, Heise o Holmers, en España
concluyó en febrero de 1944, cuando es requerido para la realización
de otras operaciones en Italia y Holanda, país donde tuvo, entre
otras, la misión de volar en puente de Nijmegen, retornando desde
noviembre de 1944 hasta abril de 1945 a su unidad de origen; y cuando
ésta fue disuelta por los aliados huyó a las montañas del Tirol,
siendo detenido finalmente por los estadounidenses el día 18 de
octubre de 1946 en la ciudad de Schwabmünchen.