Transcurridos
unos años de la llegada del personal británico para trabajar en la
compañía The Rio Tinto Company Limited en las explotaciones
mineras riotinteñas, la dirección determinó el establecimiento, en
1878, de una sociedad que estuviese dedicada al esparcimiento, la
práctica de diversos deportes y la realización de actividades
culturales que, al igual que acontecía en Gran Bretaña, no sólo
propiciasen una camaradería entre el personal técnico fuera del
horario laboral sino que sirviera para cumplimentar de manera
adecuada sus horas de ocio.
De
tal forma, la nueva sociedad lúdica, denominada Rio Tinto English
Club, tuvo su primigenia sede en el antiguo y desaparecido pueblo
de La Mina, desde su instauración hasta el año 1884, cuando se
establece como sede física de la sociedad el antiguo pabellón
elaborado en madera que la propia compañía minera empleó para su
muestra en la Exposición Nacional de Minería y Artes Metalúrgicas
de Madrid que se había celebrado un año antes, y que se decide
instalar ahora en el incipiente barrio de Bella Vista.
Panrámica del barrio de Bella Vista con el primigenio club inglés. Fuente: http://tierrasdeldescubrimiento.diphuelva.es
No
obstante, la debilidad de la madera ante las condiciones
medioambientales y climáticas hizo que el deterioro de la
instalación fuese cada vez mayor, siendo continuas sus reparaciones,
por lo que hubo de tomarse la decisión de establecer una nueva sede
fijada en un edificio que estuviese construido con materiales
duraderos y resistentes. De tal forma, se decidiría la creación de
una instalación ex novo en el barrio donde residía el personal
laboral cualificado de la compañía británica, centralizándose así
las variadas actividades de entretenimiento y deportivas (tenis,
golf, críquet, fútbol, etc.) efectuadas por los británicos.
Las
obras finalizaron en el año 1903, conformándose como un único
edificio de planta baja con espaciosas habitaciones que, al decir de
las crónicas de la época, destacaban dependencias “...tales
como el salón de actos, salas de lectura, de tresillo, de billares,
cuartos de baño y de vestir, y su magnífico bar”. Asimismo,
las fuentes documentales alaban en especial los sistemas de
ventilación e iluminación de la sala de billar, pues “...no se
notaba el humo del tabaco ni el calor sofocante y molesta temperatura
que se observa en análogos salones”.
La
junta directiva del Rio Tinto English Club estuvo constituida
ese año por un presidente, el Dr. R. Rusell Ross, cinco vocales, G.
Douglas, O. F. Edwards, G. Brady, F. L. Ianson y W. Glover; siendo su
secretario A. T. Butler. Y precisamente, esta dirección de la
sociedad sería la que promoviera una serie de actos para celebrar la
inauguración del nuevo edificio el 4 de diciembre del citado año,
efectuándose, antes y después de la cena de gala, significativos
bailes como el vals o las tradicionales sevillanas.
Al
evento asistieron numerosos invitados, españoles y británicos, no
sólo residentes en Riotinto sino también llegados de otras
poblaciones como Peña del Hierro, Zalamea la Real o Huelva, quedando
asimismo registrados apellidos, entre otros muchos, tales como
Rowcroft, Jiménez, Hocking, Palmer, Lawton, Carlyle, Lancha,
Crambach, Woolcock, McDonald, Sheffield, Wykes, Bennet, Morgan o
Sutherland.
Celebración en el club por la coronación de Jorge VII en 1937. Fuente: http://garrat-patrimoniominero-industrial.blogspot.com.es
Desde
el mismo instante de su inauguración, la vida en el club británico
proseguiría con multitud de celebraciones los días de especial
significación, en especial, el día del cumpleaños de la reina
Victoria o los días de nochebuena y fin de año; continuando como el
lugar de reunión y descanso por excelencia para la colonia británica
allí asentada, ostentando igualmente el English Club toda la
ornamentación típica de cualquier otro club sito en el Reino Unido:
copas y trofeos deportivos, cuadros con paisajes, bucólicos
grabados, y los números atrasados de periódicos ingleses como el
Times, el Morning Post o
el Ilustrated London News, conformándose el lugar, pues, como
un destacado centro de reunión de la vida política, social y
empresarial de la comunidad extranjera en Riotinto.
Fue
tal la actividad cultural del club social que se llegaron a realizar
espectáculos teatrales en su salón de actos, como el protagonizado,
presumiblemente, por el actor Charles Chaplin el 14 de febrero de
1919; quien llegaría de la mano de la compañía de circo ecuestre
que dirigía Gonzalo Agustino, actuando ante un numeroso público
allí congregado que admiraba no sólo las representaciones del
ilustre Charlot, sino también
las actuaciones de la Troupe de los seis Mervilles, de los
alambristas, contorsionistas y cómicos; celebrándose todo ello en
su amplio salón engalanado con banderas, gallardetes, farolillos
japoneses y colgaduras ornamentales.
Tras
esa celebración, en fin, llegarían otras muchas en fechas
destacadas, tanto por el personal británico como por el español,
convirtiéndose el club por largo tiempo, aunque sufriendo diversas
reformas, como uno de los lugares más emblemáticos y de referencia,
por su propia significación histórica, de la localidad de Minas de
Riotinto.
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