¿Qué es la Historia?

"La Historia cuenta lo que sucedió, la Poesía lo que debía suceder"

Aristóteles (384-322 a.C.)

miércoles, 8 de febrero de 2012

La Casa Colón de Huelva

Existen pocos edificios tan emblemáticos en la provincia de Huelva como la “Casa Colón”, que se erige hoy día como un testigo mudo del esplendoroso pasado de la capital onubense; pues, aparte de su simbolismo e importancia social se conforma, desde un punto de vista arquitectónico, como un gran conjunto edilicio formado por tres edificios, aunque en su origen fueron cuatro, localizados en un área ajardinado de unas dos hectáreas.

Los orígenes de su construcción se deben al germano afincado en la capital onubense Wilhelm Sundheim (1840-1903), quien, por su condición de trabajador incansable, aprovecharía la coyuntura de los grandes proyectos que estaban previstos con motivo de la celebración del IV Centenario del Descubrimiento de América para erigir uno que, por su grandiosidad, fuese un símbolo o legado permanente para la ciudad de Huelva de aquél destacado acontecimiento histórico.


 Área interior ajardinada de la Casa Colón. Fuente: www.bne.es

En este sentido, Sundheim, en su condición de destacado promotor del gran desarrollo económico e industrial onubense de finales del siglo XIX, (gracias sobre todo a su labor como industrial, gran comerciante, banquero, cónsul de Alemania, etc); considera del todo necesario el crear unas infraestructuras óptimas no sólo para el transporte, sino también para el alojamiento del cada vez más numeroso y relevante staff británico de la Rio Tinto Company Limited que, desde 1873, comienza a aparecer en tierras onubenses.

Por ello mismo, estimará que tal edificio majestuoso tendrá un uso como hotel, a fin de alojar principalmente a los más destacados miembros directivos de la R.T.C.L., al igual que demás personalidades destacadas llegadas a Huelva. Pero, como decía, Sundheim considera que las infraestructuras onubenses en aquél tiempo eran insuficientes y, por ello mismo, la firma “Sundheim y Doetsch” traspasaría las obras del ferrocarril Sevilla-Huelva a la “Compañía de los Ferrocarriles Madrid a Zaragoza y Alicante”, constituida en el año 1856, siendo ésta finalmente la entidad que inaugurará dicha línea férrea en el año 1880.

Esta infraestructura ferroviaria, junto con la apertura e inauguración en 1889 de la línea Hueva-Zafra, coadyuvarían la venida a la capital onubense de un mayor número de personas y, claro está, favorecida por un desplazamiento en óptimas condiciones. Por todo ello, con el ferrocarril que unía las capitales andaluzas ya construido, condición sine qua non para la celebración de los actos del IV Centenario, tal y como le pidió el Presidente del Gobierno español Cánovas del Castillo a Sundheim, se daría paso al proyecto edilicio más ambicioso por aquél entonces en Huelva, la construcción del “Hotel Colón” en el año 1881.

En el mes de Agosto de ese mismo año, Sundheim encargaría al arquitecto José Pérez Santamaría realizar los planos y el presupuesto total de la obra, todo ello a expensas de la opinión de una Junta de Facultativos establecida en Londres y quien sería, en última instancia, la encargada de dar el visto bueno al inicio de las obras. De tal forma, con la obtención del permiso, se inician las obras del futuro Hotel Colón en diciembre del año 1881.


                   Tarjeta postal con la imagen de la "Casa Colón". Fuente: www.todocoleccion.net

El Hotel Colón fue construido en una parcela de 19.697 m2, perteneciente a los terrenos propiedad de Sundheim y, en su origen, se componía de cuatro grandes edificios dispuestos de forma paralela, bordeando un espacio cuadrangular de unos 60 metros, y que, a modo de espacio central del conjunto arquitectónico, sería destinado como un ajardinamiento.

La dirección de las obras corrió a cargo del arquitecto ya mencionado Pérez Santamaría, quien fue ayudado en la construcción por Andrés Mora, disponiendo de un presupuesto total para la realización de las obras de 5.500.000 reales. El tiempo estimado para la conclusión del proyecto edilicio fue de un año y, aunque estuvieron trabajando en todo momento unos trescientos operarios, finalmente, las obras se prolongaron durante seis meses más.

Considero que no es lugar aquí el analizar las características arquitectónicas del edificio, pues sobrepasaría con mucho el propósito de este artículo; no obstante, resultaría muy apropiado afirmar que el edificio derrochaba una gran suntuosidad, perceptible en el bello mobiliario traído desde Alemania e Inglaterra, la vajilla, que fue elaborada por la Fábrica Real de Porcelanas de Sajonia, así como una iluminación de luz eléctrica en gran parte del recinto, la cual hacía resplandecer los jardines, cuidados por un jardinero alemán perteneciente a la Escuela Real de Agricultura de Geisenheim. En este sentido, el Gran Salón del Hotel se convertiría en el más destacado centro de reunión social de la capital onubense, ya que en su interior tenían lugar las más importantes recepciones de la vida política y económica de Huelva, así como también las sesiones de la Real Sociedad Colombina Onubense.

La inauguración del Gran Hotel Colón de Huelva tuvo lugar el día 26 de Junio de 1883, cuando a las 8 de la tarde se dieron cita unos doscientos comensales de lo más granado de la sociedad; aunque la apertura al público no se produciría hasta el día 1 de Julio, estando el Hotel bajo la dirección de Mr. Adriow.


 Xilografía de la inauguración del Hotel Colón de Huelva. Fuente: www.juntadeandalucia.es
 

Entrado el año 1892, tienen lugar en la ciudad de Huelva las conmemoraciones por el IV Centenario del Descubrimiento de América, (del 3 de Agosto al 12 de Octubre), y el edificio albergaría toda una sucesión de fiestas, bailes, recepciones y alojamiento a las principales autoridades políticas del país, como por ejemplo Cánovas del Castillo, así como a los numerosos oficiales de la Armada, ministros y representantes de los países latinoamericanos que fueron invitados a las celebraciones.

Tras la conclusión de todos los actos conmemorativos, el Hotel Colón cierra sus puertas el día 31 de Octubre, y se mantiene en tal situación de venta hasta el año 1896, cuando será adquirido por la R.T.C.L. por unas 20.000 libras esterlinas, ya que la compañía británica necesitaba alojar a sus directivos y disponer de una serie de oficinas, teniendo espacio incluso para establecer un club social.



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